septiembre 18, 2017

Condeno la violencia contra las mujeres

¿Quién –que esté en su sano juicio—puede estar a favor de la violencia (física, sexual, verbal, psicológica o económica) que viven muchas mujeres? Creo que sólo la apoyan quienes la ejercen y la solapan. Nada justifica la violencia hacia ningún género, ni mucho menos se justifica que las priven de la vida. No es culpa de ellas ser víctimas de algún inhumano como muy lamentablemente –mujeres y hombres- lo piensan y lo manifiestan. Insisto: es injustificable, condenable, deleznable y atroz ese tipo de conductas.

Lo que lamentablemente hemos visto en los últimos días y meses en nuestro país pareciera una bola de nieve que sigue creciendo y que no puede ser detenida. Estoy seguro que por algo podemos empezar los hombres:

1. No subirse a la protesta de ellas que es contra nosotros (en la expresión general, por supuesto). Mucho ayuda el que nada estorba.

2. Respetar a las mujeres en todos los sentidos. Un buen comienzo es dejar comentarios o chistes misóginos, miradas lascivas o cualquier conducta que atente contra su dignidad.

3. Exhortar a las mujeres para que no se queden calladas en ninguna situación que atente contra su persona, su seguridad y sobre todo su dignidad. El derecho a guardar silencio

4. Promover una cultura de la denuncia. Si vemos algo que no está bien, hagámoslo saber a la autoridad de inmediato y de ser posible tomen foto o video de lo que sucede. No se vale sólo mirar, evadir o susurrar. Tengamos valor cívico, pues.

5. Si conocemos a una mujer víctima de violencia, brindemos la ayuda que podamos o demos parte a la autoridad para que intervenga.

6. Si tenemos hijos, sobrinos o niños a nuestro alrededor y podemos contribuir en su formación, enseñémosles que ellos pueden ser la generación de la diferencia para que dentro de algunos años la idiosincrasia del mexicano sea una nueva, renovada, de respeto íntegro a la dignidad de las mujeres. Así, esta pésima situación que vivimos haya sido superada y las mujeres que fueron privadas de su vida, su causa, no haya sido en vano.

7. En nuestros distintos espacios podemos contribuir en algo. Estoy seguro de ello. En mi actividad académica me considero un defensor y promotor de los derechos humanos —aquí hago énfasis— de la igualdad de género y de la no discriminación.

8. Estoy seguro que sí podemos hacer la diferencia de uno en uno. Nunca subestimemos el poder que tenemos para apoyar una causa desde nuestro propio contexto y hacer que haya un cambio.

9. Si tenemos “amigos” o conocemos a hombres violentos, es deseable persuadirlos para que dejen de tener esas conductas e invitarlos para que tengan ayuda profesional.

10. Prediquemos con el ejemplo. No seamos sólo manifestantes virtuales desde Facebook y Twitter, hagamos que nuestros hechos hablen por sí mismos.


Francisco Burgoa

1 comentario:

Eduardo Alexander dijo...

A veces se nos olvida que tenemos una hermana, una mama, una tía, una novia o una amiga, que en cualquier momento puede sufrir o ha sufrido violencia por eso siempre les digo a todos los que conozco traten a la mujeres como les gustaría que trataran a la mujer que mas aprecien, que bueno que has regresado tenias mucho tiempo sin publicar, ojala lo puedas seguir haciendo, saludos.